Lo que Elizabeth Gilbert me enseñó en su taller en México sobre vivir en el presente y cuidarme (y cómo fallé en el primer intento).
- Ana SofĆa M.
- 15 nov 2024
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 18 ene
Mi escritora favorita, Elizabeth Gilbert, regresó a México y tomé un workshop con ella.

El fin de semana pasado, tuve la fortuna de asistir a un taller en MĆ©xico con Elizabeth Gilbert, mi autora favorita, quien a escrito libros como "Comer, rezar, amar", "Libera tu Magia", "Ciudad de Mujeres" y muchos tĆtulos mĆ”s.
Vino a MĆ©xico en un evento que duró todo un fin de semana organizado por Charms, una escritora que admiro y que se ha convertido en una gran aliada para traer a Liz a compartir su conocimiento a nuestro paĆs.
El aƱo pasado, Charms, la trajo a MĆ©xico para una conferencia. Fue un evento tan inspirador y tan particular que incluso la misma Liz se contagió del entusiasmo mexicano y estuvo de acuerdo en regresar para hacer algo mĆ”s grande. AsĆ fue cómo este 8, 9 y 10 de noviembre Liz regresó a Ciudad de MĆ©xico para un workshop de 3 dĆas de la mano de Charms, llamado "Taller de SueƱos Audaces".

A lo largo de tres dĆas, diferentes speakers compartieron sus historias inspiradoras. Se Regalan Dudas grabó un episodio en vivo junto a Liz donde ella nos dio cĆ”tedra con todas sus opiniones llenas de congruencia. Charms nos enseñó a plantear sueƱos audaces, sin olvidarnos que si nos enamoramos de una sola meta, nos podemos estar condenando a la decepción. Por Ćŗltimo, el gran cierre de este fin de semana fue el gran taller de Liz Gilbert, donde a diferencia de lo que muchos creen, no nos enseñó nada sobre cómo escribir.
Como lo dijo ella, aquà vamos a hacer "soul work", trabajo de autoconocimiento para poder desprendernos por completo de la idea capitalista que mÔs nos estÔ robando la oportunidad de disfrutar de nuestro camino: tener un propósito.
Esto no fue lo Ćŗnico que vimos y para poder resumir aquĆ todo lo que aprendĆ, tendrĆan que haber tomado el workshop, pero esto para mĆ fue lo mĆ”s trascendente, lo que me dejó con mucha tarea y donde estoy fracasando desde que salĆ del taller.
A través de ejercicios guiados donde revisamos nuestros miedos, lo que nos encanta y a lo que no nos damos permiso porque creemos que no lo merecemos, Liz no hizo darnos cuenta de lo absurda que es la idea de vivir una vida buscando un propósito. Es irracional la idea de encontrar 1 sola cosa que nos haga felices, en la que tengamos habilidades destacables, que sea única e irrepetible en un mundo con billones de personas y que ademÔs nos permita vivir cómodamente de ejercerla.
La alternativa que nos regaló Liz, que es como ella vive su vida, es pensar que todas las personas vinimos a "Earth School" para aprender y para graduarnos en su momento, pero mientras, nuestra única chamba es mantener con vida y lo menos miserable posible a la alma que nos encarna y que decidió vivir esta experiencia humana. (Por favor no se me pierdan con este rollo espiritual, harÔ mÔs sentido.)
Es pensar como si dentro de nuestro cuerpo, también habita nuestro niño o niña interior, que con toda la inocencia del mundo decidió venir al Planeta Tierra a vivir una aventura, solo para darse cuenta que no hay lugar mÔs aterrador en el universo para hacerlo.
Entonces, tal vez la experiencia humana se trata de cuidar y asegurarse de que esa versión nuestra viva su mejor vida. Esa creo que es la mejor brújula que nos dio Liz en su taller.
Porque desde este momento, cada vez que estĆ”s en una relación, en un espacio, tomando una decisión, eligiendo algo, conviviendo con una persona, te puedes preguntar si dejarĆas que esa versión tuya estuviera ahĆ.
Lo mĆ”s doloroso es cuando sabes que la respuesta es "no". Que no dejarĆas que alguien a quien tienes que cuidar se quede en la relación en la que estĆ”s o que tenga las amistades que tienes o que se alimente Ćŗnicamente de vez en cuando de cosas que le hagan bien.
Es entender que si empezamos a tomar decisiones desde cuidar a esa versión inocente que vive dentro de nosotros, vamos a tener que elegir muchas cosas distintas.

Para mĆ esta fue la parte mĆ”s dura e incómoda del taller. Me aterró porque no habĆa ni acabo la conferencia y yo ya estaba haciendo planes para hacer todo lo que Liz nos enseñó que no hiciĆ©ramos.
FracasĆ© como estudiante ese dĆa. Me llevĆ© con personas que sĆ© que necesito soltar si quiero sentirme mĆ”s en paz. Necesito dejar de estar disponible para personas que su miedo les hace elegir la opción mĆ”s segura y que esa opción sea yo. Necesito dejar de enamorarme del potencial que veo en las personas y aceptar la realidad de la situación. Necesito dejar de regresar a lugares que pienso que son seguros solo porque son familiares y porque en mĆ vive un miedo de que si lo dejo ir no vendrĆ” algo mejor.
Esta no fue la única lección del taller con Liz y el fin de semana con speakers, pero sà fue una de las que mÔs me hizo tener que sentarme a escribir. Las palabras no me van a alcanzar para explicar el ambiente tan vulnerable y a la vez seguro de tener a mÔs de lo que parecieran 500 personas compartiendo sus miedos entre ellas, sus placeres mÔs grandes en la vida y sus sueños.
SĆ, fallĆ© en esta primera parte de la tarea. No la hice pensando que nadie me iba a pedir al final del semestre que la entregue, pero ahora sĆ© que si sigo acumulando tareas, el final va a ser insoportable. AsĆ que no sĆ© si logrĆ© hacerla toda, pero por lo menos irĆ© adelantando, ya sĆ© que la tengo que hacer.
DespuĆ©s de este taller ya no puedo decir que no sabĆa, pero ahora me toca hacer algo por cuidar a esa versión mĆ”s inocente de mĆ que vino a Earth School a aprender pero no a sufrir.
OjalĆ” que todas las personas podamos empezar a elegir desde ahĆ porque eso nos harĆa mĆ”s compasivos, con nosotros y con quien tenemos enfrente. Al igual que nos permitirĆa ser completamente honestos con lo que estamos sintiendo decidiendo, sabiendo que lo que alguien mĆ”s elija tiene que ver con lo que necesita para sobrevivir a esta escuela, no es personal. Nada lo es.
La tarea sigue en pie y aunque no la logrĆ© el primer dĆa, no pasa nada, puedo volver a intentarlo. Quiero volver a intentarlo.
Con amor,
Recuerdo del 2023 con Liz Gilbert




