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  • Ana Sofía M.

"La energía del dinero", un artículo para los escépticos.


Les quiero contar de un tema del que nunca he escrito pero que no puedo evitar querer compartirles mi experiencia. Por "casualidad", llegó a mí un curso llamado "La energía del dinero" de Quantum Quip. Yo sabía que el curso iba a tratar de física cuántica y dinero, así que sin nada que perder (y mucho que ganar), lo tomé y aquí les voy a contar lo que sucedió.

Para los que nunca han escuchado sobre física cuántica, no se preocupen. Yo lo entendí como la explicación científica de las partes más pequeñas del universo. Básicamente, te explica en términos reales que son las vibras, la energía y el papel que juegan en nuestro cuerpo y vida. (No, esto no tienen nada que ver con conectarse con algo que solo hay en Tulum)


Yo me he llegado a considerar una persona un poco escéptica porque los términos, vibras, energía, intuición, abundancia, me causaban rechazo. Yo los asociaba con creencias espirituales/religiosas que escuché en la escuela y con los que nunca me identifiqué.


Entonces, siendo una persona muy racional y muy visual, me trajo mucha paz por fin encontrar una explicación, respaldada hasta cierto punto por la ciencia*, que me permitiera entender todos estos conceptos.

*Digo hasta cierto punto porque hay muchísimas cosas más por descubrir y estudiar que la tecnología que tenemos no es suficiente para hacerlo pero llegaremos hasta ahí algún día.


Lo más increíble es que, estas cosas de las que aprendí, están dentro de nosotros. Dentro de nuestro cuerpo, del tejido, de las células, de los átomos de los que estamos hechos. ¿La mejor parte de todas? Sí podemos hacer cosas en nuestro mundo físico para provocar reacciones dentro esas partes pequeñitas de las que estamos hechos. ¿Qué logran esas reacciones? Resultados dentro y fuera de nosotros, es decir, en nuestra realidad.


¿Qué tiene que ver todo esto con el dinero?

Resulta que así como nosotros estamos hechos de cosas pequeñitas, que pareciera que tienen su propia vida, todas las demás cosas del mundo también las tienen, incluyendo el dinero.

Sé que esto puede sonar loquísimo y estoy haciendo mi mejor esfuerzo por ponerlo en las palabras que a mí me hubieran ayudado a entender esto hace algún tiempo, pero es hasta que alguien te explica todos esos conceptos científicos, que te das cuenta de que tienen toda la lógica del mundo y que no son tan complicados como sus nombres los hacen parecer.


Otra cuestión sensacional es que, una vez que lo ves, no hay vuelta atrás. No hay manera de dejar de verlo en todo lo que haces, consumes, creas, piensas, logras, porque todo está relacionado.


Aquí les va algo todavía más personal y que me cerró cualquier posibilidad de seguir navegando por la vida con bandera de "escéptica". Batallo mucho con la idea de ser adulto. Los trámites, pagar impuestos y todas esas responsabilidades me mortifican. Como adulto, que no tiene idea de nada que tiene que ver con el SAT, hay alguien que me ayuda con esa parte y que ya me había informado que en próximos días haría mi declaración anual que se presenta por estas fechas.


Un jueves a las 6pm, comencé el curso y por cuestiones de tiempo, trabajo y tarea, lo puse en pausa por ese día. Logré adelantar bastante, aprendí muchísimo y me emocioné por todo lo que ya les conté. A las 9pm me llegó un mensaje de la contadora para decirme que en mi declaración había saldo a favor, por lo cual iba a RECIBIR DINERO de quienes yo sentía que "me lo quitaban" cada mes por ser adulta.

Llámenle a esto una coincidencia. Lo que quieran. Ahora logro ponerle una explicación a lo que sucedió y mi mente racional puede entender qué pasó para que ocurriera esto justo esa noche. La mejor parte no acaba aquí. Me fui a dormir sin haber visto el recibo, pensando que con los $100 pesos que me regresaran yo ya era la adulta más abundante del mundo. Faltó levantarme al día siguiente para entender que el dinero que venía a mí era mucho, mucho más que eso.


No es que alguien me lo haya regalado o que hay un Dios que nos premia, no, no. Yo lo creé, yo lo trabajé, yo lo generé y por distintas maneras en las que se administran los recursos en nuestro sistema, ese dinero que generamos puede regresar a nosotros. Insisto, parecerá coincidencia pero en este momento entiendo que los conceptos que aprendí esa tarde, estaban entrando a mí para que la consecuencia fuera esa.


Esto sigue... Para rematar, el día que terminé el curso se reflejo en mi cuenta la devolución, 2 días después, cuando se supone que tardaba entre 10 a 15 días hábiles.

–Ana Sofía, no te creo, no tiene sentido. ¿Cuál es el punto?

–No te preocupes, yo tampoco lo creería o le vería mucha razón de ser a lo que estoy escribiendo.


Así que, para concluir, solo quiero decir que no tienen que creer nada de lo que les digo, lo tienen que intentar. Tienen que tener ganas de que sea real, porque aunque lo es, si llegamos a cualquier lugar creyendo que algo no existe, vamos a tener la razón. Si tenemos la razón siempre, nos vamos a quedar en el mismo lugar en donde estamos y eso no le afecta nadie más que a nosotros mismos.


¿Recomiendo tomar el curso?

Si algo de lo que leíste aquí te interesa, sí. Si quieres tener dinero, sí. Si pensaste que está "mal" que te diga que si quieres tener dinero, por favor sí tómalo, porque muchas de las cosas no tan bonitas que nos pasan con el dinero, que tienen que ver justamente con asociarlo con algo "que no deberíamos de querer".

*Si les quedan dudas, si hay algo más que les gustaría saber o si tienen cualquier pregunta me pueden mandar un mensajito.


Yo me quedo con mucho por seguir aprendiendo. Con interés por seguir conociendo más sobre física cuántica y con unas ganas locas de que la tecnología evolucione para que mis compañeros escépticos y yo, logremos ver y entender las explicaciones que hay detrás de todo lo que pasa y que nuestros ojos no pueden percibir.


Con amor cuántico,

Ana Sofía.


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